Lamezia Terme es un lugar lleno de historia y arte. La Catedral de los Santos Pedro y Pablo, construida a partir de 1640 y ampliada durante el siglo XIX, se edificó sobre las ruinas de una anterior Iglesia Madre normanda, destruida por el terremoto de 1638. Ya conocidas en época romana como «Aque Angae», las Termas de Caronte siguen siendo hoy un pequeño rincón de paraíso en el que disfrutar de un inmenso parque verde a pocos minutos del Golfo de Sant’Eufemia y de las propiedades beneficiosas del agua termal que ya apreciaban los normandos. No te pierdas tampoco el museo arqueológico que expone objetos desde el Paleolítico hasta el periodo normando, la estatua de Federico II que señala las ruinas del castillo normando de Suabia y el barrio de San Teodoro, sin duda el más antiguo y pintoresco.